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Empleo verde: Movilidad y reparto limpio. Desafíos y soluciones.

Credencial profesional y circulación.

No dejamos de ser una empresa logística. Desde el ministerio de fomento se establecen las condiciones para poder realizar nuestra actividad. Nuestros desafíos son los propios del sector, un sector que es responsable de un porcentaje considerable de las emisiones a la atmósfera de contaminantes y uno de los principales generadores del ruido urbano.

La bicicleta es algo que hay que saber trabajar y que para las grandes empresas supone un reto. Hablaré y justificaré la importancia del carácter social, pero no debemos olvidar que la especialización y el conocimiento de la actividad de las pequeñas empresas locales ofrecen unas posibilidades a las medianas y grandes empresas para las que por sí mismas es complicado aprovecharlas. Cuando se habla de Murcia como una ciudad amable para la bici siempre me sorprende  ¡No será para el reparto! . Vivimos en un municipio con más de 800 kmde superficie y un área semi-urbana muy dispersa y que dificulta mucho la preparación de las rutas ya que, por las distancias y la exigencia de productividad actual. Gea y Truyols, Puente Tocinos o Lobosillo también existen.

Nuestra empresa como otras del sector representados en la mesa tienen una apuesta decidida por vehículos ecológicos desde hace décadas, otras empresas se suben al carro de la sostenibilidad como campaña de imagen para mejorar su RSC sin hacer esa apuesta decidida realmente.

No debemos olvidar que la bicicleta es un medio para conseguir unos objetivos económicos, sociales y ambientales, pero nunca debería significar una excusa para saltarnos las autorizaciones que se exigen desde el gobierno central y autonómico, mucho menos para justificar la creación de puestos de trabajo precarios o favorecer la economía sumergida.

La solución no está en otorgar subvenciones ni beneficios fiscales, simplemente que se nos deje trabajar y como no que desde las empresas y desde las administraciones públicas se empiece a valorar con seriedad la responsabilidad social corporativa, algo que ha quedado en segundo plano tras la crisis económica .

Rutas en bici y reparto local

En el caso de la bicicleta hay un modo de vida que debe rodear a esa idea de reparto limpio que empezó por los años 90, como respuesta inicialmente a unas ciudades saturadas y un precio de la energía que amenazaba a las economías occidentales y al que sólo han sobrevivido muy pocas empresas, cuya principal característica es su carácter social y que cuentan con unos trabajadores empoderados. A veces, a lo que se llama negocio no pasa de ser un mero trabajo salvo que las fuerzas se unan para desarrollar un modelo de negocio que pueda crecer, innovar e investigar dentro del transporte. Para superar estos retos aquellas empresas locales que quieran sobrevivir tendrán que apostar por mejorar sus modelos de gestión y calidad.

Colaboración entre microplatafromas ciclo logísticas

Actualmente sobreviven en España servicios de mensajería en varias ciudades.  Albacete, Barcelona, Coruña, Gijón, Madrid, Murcia, Castellón entre otras. Por nuestra parte nos encantaría poder colaborar con otras micro-plataformas y es para todas estas empresas un reto a conseguir a largo plazo. Pero sólo se producirá la colaboración entre empresas que cumplan con la normativa sectorial , fiscal y laboral y con los parámetros de calidad exigibles para el tiempo que vivimos.

Estrategias  para el fomento del empleo verde

Somos un país con millones de autónomos y microempresas para las que es imposible pensar en invertir en innovación, en mejorar sus sistemas de información o su sistema de gestión para conseguir un empleo sostenible incluso en tiempos de crisis. Nuestros niveles en número de autónomos lideran la clasificación en los países europeos  y con ellos compartimos, desgraciadamente, posiciones similares en cuanto a cifras de desempleo. Tal vez no necesitamos más autónomos emprendedores y quizás si, más gestores de éxito. Entre las Pymes y microempresas los hay.

Eficiencia en el reparto con la sostenibilidad. 

Como bien saben, el sector de la mensajería ha evolucionado por los cambios introducidos en las tecnologías de la información. La aparición del correo electrónico, la firma digital y los registros digitales han supuesto una disminución en el tráfico postal. Por otro lado Los negocios de venta online, el tan cacareado ecommerce, han supuesto una oportunidad para un sector muy resentido tras la reciente crisis económica con un notable incremento del volumen de mercancías y con unos problemas nuevos que tenemos que abordar. Entre ellos optimizar de manera excepcional nuestros recursos si queremos mantenernos dentro de esta nueva carrera empresarial y alcanzar la altísima productividad que se exige para un segmento de mercado con fuerte volumen pero con escaso margen para el último eslabón de la cadena de valor, la última milla.

Pero tras esta aparente oportunidad para el sector se encuentran retos por el movimiento de un mayor volumen de mercancías en los núcleos urbanos, lo que nos lleva por un lado al conflicto vial entre profesionales, transeúntes, vecinos y comercios. Facilitar el tránsito por zonas restringidas al tráfico, el uso compartido del carril bus y el incremento en las zonas de carga y descarga son medidas a fomentar si se quiere ayudar a los sectores que empleamos la bicicleta. Si se quieren añadir medidas fiscales que otorguen ventajas a empresas ecológicas o incluso subvenciones no olviden orientar esas políticas a las empresas que realizan el servicio y no a los fabricantes de los vehículos o a los arrendadores de locales como ejemplo.

Línea de acción para el establecimiento de sinergias entre empresas logísticas

Desde hace años se establecen acuerdos de colaboración entre empresas logísticas tradicionales y empresas que utilizan bicicletas como medio de transporte para el reparto de mensajería y paquetería. No es difícil comprobar que existen dos modelos de colaboración. Uno donde la empresa logística tradicional patrocina a la empresa ciclo-logística dejando su nombre como algo secundario y adoptando el protagonismo y otro modelo, más en línea del nuevo modelo de negocio que surge como respuesta a la “collaborative economy” y la RSC tradicional. Bajo la denominación de “collective economy”, se plantea la colaboración entre grandes multinacionales y pequeñas empresas locales, donde se comparte protagonismo para así aprovechar por supuesto la gestión pero también la cercanía y el carácter local y social de estas empresas.

La economía colaborativa

Sobre los retos de “The collaborative economy” traducido en España como Economía Colaborativa para algunos o capitalismo de plataforma para otros. Ya se están dando los primeros casos notorios de muerte por éxito en el caso del alquiler vacacional. En nuestro sector, han aparecido en prensa noticias sobre plataformas que se anunciaban a bombo y platillo como solución ecológica a la explosión del ecommerce y que han acabado con la venta de esas plataformas, con notables perdidas entre los primeros inversores y quedando integradas (la cartera de clientes) dentro de plataformas de empresas tradicionales. Esas mismas plataformas orientadas a maximizar sus inversiones en marketing y en la misma plataforma digital, han provocado y provocan situaciones de desprotección de las personas encargadas de realizar el trabajo y acaban ofreciendo un servicio sin calidad y sin ninguna seguridad ni garantía para el usuario.

Obviamente los negocios asociados a estos nuevos modelos de negocio digitales plantean beneficios que no debemos esconder y afortunadamente sus problemas de supervivencia en el hábitat serán solucionables mediante la economía social, aportando empleo “sostenible” y por consiguiente recursos estables a las arcas municipales.

 

Carolus Rex

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