Este fin de semana pasado, se ha celebrado un encuentro que puede sentar las bases de una federación nacional de empresas de ciclo-logística. Este encuentro nace de un proyecto subvencionado por la UE en el que consultoras europeos y empresas ciclo-logísticas se plantean la posibilidad de crear un espacio común a la tan variada oferta de servicios relacionadas con la bicicleta. Una variada oferta de actividades y un número considerable de participantes. 134 personas en representación de organismos públicos como el Ayuntamiento de San Sebastián, Delegados de la agencia Europea de energía, movilidad y transporte, miembros del senado alemán, institutos belgas que trabajan en el desarrollo de transportes sostenibles y grandes plataformas de distribución global. Y Como no las empresas y proto-empresas de ciclo-logística que suponían el plato fuerte del evento. Y no han defraudado a los cocineros, tanto en variedad como en calidad de proyectos.
Empresas de mensajería, micro-plataformas logísticas, empresas de publicidad en bicicleta y otras ideas de negocio relacionadas con la bicicleta han podido conocer las novedades del sector e interactuar con los distintos actores en una comunicación esencial para una actividad que a pesar de llevar 20 años es algo aún novedoso para muchos y por desgracia en muchos casos se asocia con una actividad propia de alocados jóvenes.
La necesidad por parte de los municipios, y la voluntad política, por crear espacios urbanos que cuiden el medioambiente y la calidad de vida de los ciudadanos con zonas de movilidad reducida, está suponiendo un acicate al sector ciclo-logístico.
No hay que olvidar que a pesar de este esfuerzo por parte de las administraciones el sector en el que la ciclo-logística se engloba está sufriendo un reajuste importante. Por un lado los cambios tecnológicos hacen desaparecer ramas de actividad en la que antes se desarrollaba el trabajo de la ciclo-mensajería y por otro lado aparecen nuevas oportunidades que suponen un reto para el sector y que afectan principalmente al margen y volumen.
La globalización de la economía supone una amenaza desde el lado de la demanda ya que no hay posibilidad de competencia con los grandes operadores que a nivel global compiten en el tráfico de mercancías, frente a empresas que ofrecen servicios locales. Si el pequeño comercio está soportando con dificultades esta embestida, las empresas de logística no son ajenas a esto.
El ecologismo como arma de marketing es otra amenaza para las pequeñas empresas de ciclo-logística que cuentan con recursos muy limitados frente a las grandes campañas de los operadores medianos y grandes. El interés de los grandes y medianos operadores en la bicicleta de momento se queda en eso, en marketing, pero hay que estar atentos a sus movimientos y a su capacidad para realizar de una manera profesional este servicio.
La capacidad o pulmón financiero es una debilidad importante dentro de un sector donde se puede dar el caso de encontrarte competidores que actúan con estrategias basadas en el precio e incluso incurriendo en algunos casos en pérdidas para ganar cuota de mercado.
La debilidad de la demanda en los diferentes nicho de negocio, mensajería, paquetería, publicidad de las empresas que realizan estos servicios en bicicleta, hace que para aquellos que empiezan o pasan por dificultades la diversificación sea una salida. Un problema es que diversificar sin tener una actividad desarrollada que permita obtener fondos con consistencia y seguridad, puede suponer no centrar los recursos limitados que disponemos, más si cabe para una pequeña empresa, en la actividad correcta. ¿Complicado? Por supuesto, pasar del papel a la calle es un desafío.
La falta de información del sector para muchos emprendores e incluso para empresas que con recorrido no cuentan con los recursos suficientes (tiempo o dinero) para estudiar e investigar y aprovechar las oportunidades de negocio del sector y sus retos futuros.
La capacidad organizativa y la formación en logística, suponen un reto para sobre todo aquellas empresas que opten por trabajar en paquetería realizando la última milla para otras empresas del sector. El alto volumen y el escaso margen hacen que sea fundamental una capacidad de organización que permita la viabilidad del trabajo, bajo esas premisas. Pero no sólo eso, esta capacidad no puede ser atropellada por nuestro proveedor-colaborador-cliente teniendo que sufrir una delegación-franquiciado desorganizada y poco profesional o que se dedique a entregar una demanda inestable y con infinitas complicaciones para realizar el servicio. Sin olvidar los costes inmobiliarios asociados al espacio del centro logístico, más si cabe si este se ubica en el centro urbano.
La crisis económica ha afectado a todos los sectores. Tras este periodo de incertidumbre parece que los datos macroeconómicos indican una etapa de estabilidad
Si tras leer esto, todo te parece oscuro y estás situado en el reverso de la fuerza, vamos a girar 180º.
Las empresas de ciclo-logística las forman personas con una vinculación especial con el mundo de la bicicleta, con el medioambiente y que están dispuestas a defender su trabajo de una manera profesional. Esta es su principal ventaja, pocos son los que de momento están dispuestos a repartir subidos en una bici.
Son empresas terriblemente ágiles, capaces de reajustar sus procesos costes y trabajos-actividades de manera interna rapidísima permitiendo su supervivencia dentro de los diferentes nichos del mercado de la logística.
Las administraciones públicas deben fomentar y ayudar a estos nuevos pioneros, probablemente los únicos aliados verdaderos si de verdad quieren desarrollar un nuevo modelo de ciudad.
Fdo. Carolus